Foto cortesia de Ana
El domingo corrí la media maratón de Getafe, que si no me equivoco es la única carrera que he corrido todas las ediciones desde que corrí la primera, y eso hace que la tenga un cariño especial. Como es una carrera multitudinaria, lo habitual es que vea muchas caras conocidas y volver a ver a muchos amigos. Además, el ambientillo es fenomenal, y es que una media con tres mil personas no se ve todos los días.
El año pasado la corrí justo el fin de semana anterior al del accidente, fué mí ultima carrera con dorsal sin tener ningún hierro en la pierna. Y que paradoja, la hice prácticamente entera con Fran ( yoku ) , hasta que llegando a meta le cambie el ritmo y le deje mas tirado que a una colilla. Justo seis dias después volvíamos a estar juntos, pero ahora en la montaña, y menos mal que el no hizo lo mismo conmigo y sí se quedo a esperarme para ayudarme y sobre todo para darme todos los ánimos posibles.
Bueno, me centro en la carrera. Esa noche no dormí bien, cosa rara en mí, y mas teniendo en cuenta que iba sin ninguna presión ni objetivo. Salgo solo y con bastante tiempo, la mañana es fría, como suele ser habitual en esta carrera. En el trayecto no paro de darle vueltas a el ritmo que quiero salir, he estado repasando entrenos por las mismas fechas del año pasado y se que dándose bien la cosa puedo intentar mejorar el crono del año pasado ( 4´37 el km ), aunque también pienso que en el ultimo diez mil que he corrido, el Páris 2011 me salio a 4´28 y sufriendo mucho al final, a si que veo que son pocos segundos de diferencia y que puede ser que no lo pueda conseguir, y que a dos semanas de intentar abordar el maratón de Sevilla me pegue una paliza a lo tonto.
Con tanto pensamiento aparezco en Getafe, aparco sin ninguna dificultad, y empiezo a saludar y saludar a muchos amigos, charla por aquí, charla por allí, y ocurre lo de siempre, calentamiento dos minutos, pero que mas da, esto es una media y ya tendré tiempo de calentar en carrera.
Me coloco muy atrás con Paco, Carlos y Lander, pistoletazo ( que no oigo ) y a correr, lo de siempre, algunos más colocados y excesivamente lentos, da igual, ya estoy acostumbrado. Intento buscar el mejor hueco, cambio de ritmo y adelantamiento. El único que me sigue es Paco ( sandp ), le he dicho antes de salir que esta para bajar de 1h 40´, que se pegue a mi culo y que aguante hasta donde pueda, lo que no quiere decir que le vaya a hacer de liebre, hoy no toca, en otra ocasión lo haré.
Voy muy cómodo y con las pulsaciones bajas, y aunque no voy en ritmo de bajar de 1h37´, empiezo a valorar la posibilidad de cambiar y por lo menos intentarlo. Me haría una especial ilusión el poder bajar la marca del año pasado, aunque solo fuera por un segundo, para poder dedicárselo al medico de la SS que en principio me iba a operar que le dijo a Marta, “ podrá o no podrá volver a correr, eso no se puede saber “, a no, a este no, se lo dedicaría al medico que al final me opero que me dijo “ te garantizo que volverás a correr, no se si mas que antes, pero por lo menos igual “.
No se en que kilometro, creo que en el siete, no oigo el aliento de Paco, el cambio esta dado y cada vez me encuentro mejor aun yendo mas rápido. Voy lo suficientemente bien como para no parar de pensar y acordarme de cosas de este ultimo año, y sobre todo disfrutar y valorar lo que estoy haciendo en este momento. Además, esta es mi quinta participación y me conozco el recorrido a la perfección, sé que los últimos kilómetros son favorables, sobre todo el ultimo, a si que me voy guardando algo para el final.
Y a si pasa, ya en la calle Madrid no paro de pasar gente, y el ultimo kilometro ya ni te cuento. Justo antes de entrar en el polideportivo me pasa un corredor al que pasé hacia muchos kilómetros, y claro, el instinto asesino no se pierde así como así, a si que me pego a su chepa para calcular el momento adecuado para sprintarle, cosa que hago con mucho gusto y paso la meta con una gran sonrisa y muy feliz. 1h 36´22 y 155 pulsaciones medias,¿ que más se puede pedir?. Ahora si que se puede decir que he vuelto y que soy el de antes. Incluso ahora disfruto mas de esto del correr.
Luego de camino al coche voy mas cojo que el dr House por culpa del psoas, pero con una sonrisa de oreja a oreja. Más tarde comida con Los Paquetes y excelente sobremesa.
Quiero agradecer públicamente a trabes de este blog al Doctor Ernesto Maceira Suarez su buen hacer conmigo, tanto a nivel medico como humano, por los ánimos y esperanza que me dio en todo momento.
Y para terminar doy por concluida mi recuperación, y por lo tanto a partir de ahora intentaré no hacer mas referencias ni comentarios sobre lo acaecido hace un año.
Montaje obra de Pedro, el gran Canillas